De todos es conocido que la sustitución del barbecho con leguminosas aporta innumerables beneficios al aumentar el nitrógeno fijado en el suelo, la disponibilidad de forraje para el ganado y la materia orgánica que retorna al terreno. En esta reseña se describe una experiencias práctica que ratifica rotundamente este beneficio.
Se trata de una finca en Marchena (Sevilla) en la que se practica como rotación habitual desde hace unos años: trigo-habas-trigo-girasol. En la campaña 2012-2013, una besana de dicha finca de 49,88 se sembró la mitad de girasol (24,51 has) y la otra mitad de habas (25,37 has). No se empleó una variedad concreta sino el denominado “haboncillo de jerez” que define a una mezcla de semillas de habas de grano pequeño (tipo minor o equina-minor). Read More